Mucha gente se ve en una tesitura muy grande, está siendo un año muy difícil y la salud mental se resiente, pero a la vez, uno quiere cuidar su salud y salir a sitios de “riesgo” lo menos posible. Muchos se preguntan, ¿es un sitio de riesgo la consulta de un psicólogo? Pues no, no lo es o por lo menos no si se toman las medidas adecuadas.

¿Qué medidas garantizan mi seguridad?
Existe bastante unanimidad sobre las medidas necesarias a día de hoy (octubre 2020). En mi consulta están todas aplicadas y hoy os cuento cuáles son.
Primero saber que estás medidas son informadas a los psicólogos desde el Colegio Oficial de Psicología de cada respectiva comunidad autónoma, además el Gobierno hace accesibles diversas guías para cada tipo de negocios donde se publican las recomendaciones oficiales, es decir, que todo esto se hace por algo y siguiendo normativas oficiales.
Las medidas son:
- Uso obligatorio de mascarilla (la excepción es para sesiones online o si el despacho cuenta con una separación suficiente, por ejemplo, mampara de metacrilato y más de 1´5mts de distancia entre ambas personas). En cualquier caso, yo siempre llevo la máscara de seguridad FFP2 incluso teniendo otras medidas (para comodidad y seguridad de los clientes).
- Todas las personas se desinfectan las manos al entrar. El psicólogo se desinfecta las manos siempre antes y después de una sesión.
- Prohibición de contacto físico, no se dará la mano, ni dos besos ni nada similar.
- Se recomienda acudir siempre solos a la sesión, a no ser que sea terapia de pareja, terapia familiar o acompañando a una persona dependiente o que requiera asistencia.
- Ventilación: Se recomienda la ventilación constante de la sala. Yo siempre dejo la ventana un poco abierta para que le aire se renueve y entre sesiones ventilo siempre la sala.
- Desinfección de superficies tras cada sesión. La mesa es desinfectada, y todo lo que pueda haber tocado la persona visitante. Además, en mi caso dispongo de un producto que sirve para desinfectar la silla (al ser de tela no se puede utilizar una desinfección normal).
- Limite del aforo. Para garantizar la distancia de seguridad se limita el aforo. En mi caso espacio más las sesiones para garantizar que no se encuentren dos personas a la vez en un mismo lugar, por ejemplo, que no se crucen en la sala de espera.
- Uso de papeleras con tapa accionable con el pie, esto garantiza que si uno se deshace por ejemplo de una servilleta no haya peligro alguno de microgotas.
¿Y si estoy enfermo, pero necesito ayuda?
Siempre se pide a todo el mundo que avise si tiene cualquier tipo de sintomatología relacionada (fiebre, tos, malestar, dolor de garganta, etc…), de esta manera se puede cambiar la sesión a online, por lo que la persona puede recibir ayuda incluso estando enferma sin tener que desplazarse y sin suponer un riesgo para el psicólogo u otras personas.
¿Qué pasa si hay confinamiento domiciliario?
Esto no es ningún problema ya que la psicología es un servicio esencial, por lo que los psicólogos seguirán trabajando en caso de confinamiento. Los centros asignados como sanitarios tienen permiso para seguir abiertos, los psicólogos generales sanitarios (cómo es mi caso) trabajan casi siempre en centros sanitarios y tienen permitido seguir con su actividad. En cualquier caso, si el psicólogo considera mantener las sesiones presenciales cómo un riesgo suele ofrecer a todos sus clientes continuar de manera telemática (online) durante el confinamiento. Este fue mi caso en el confinamiento de marzo, todas mis sesiones pasaron a online y a día de hoy muchos siguen prefiriendo ese sistema.
Si te interesa ir en persona, pero estás en una zona confinada, es importante que sepas que tu psicólogo puede emitirte un justificante que te permita acudir a su consulta para las sesiones puntuales, este justificante sirve si te para la policía de camino o tienes que justificar tus movimientos a alguien.